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Detrás de escena

Nuestras clínicas Smile and See sirven a comunidades rurales donde la atención dental y oftalmológica no es de fácil acceso. Cuando es posible, seutiliza el transporte público, pero la mayoría de las veces las personas que necesitan atención llegan por medios tradicionales, ya sea a pie, a menudocaminando varios kilómetros o en un carro de burros. Una parte importante de nuestros esfuerzos es enviar autobuses y vehículos a aldeas aún másremotas para recoger a las que están aún más aisladas.

En 2021, la creación de estas clínicas debido a las estrictas restricciones de covid fue una tarea muy compleja. El Ministerio de Salud zimbabwense dioinstrucciones claras a cumplir bajo un estricto conjunto de reglas que incluían limitar las reuniones de personas a menos de 100, mantener un estrictodistanciamiento social y una estricta protección Covid tanto para pacientes como para personal.

En los últimos años habíamos utilizado clínicas o escuelas locales y nos habíamos hecho cargo de las aulas y las oficinas, pero eso claramente no iba afuncionar ahora. Por lo tanto, nuestro nuevo plan era establecer nuestra propia ciudad de tiendas de campaña bajo árboles sombreados, con hasta 14enormes carpas abiertas, cada una diseñada para una actividad específica: registro, diagnóstico, anestesia, esterilización, productos farmacéuticos,optometría, fluoración y más, todas dispuestas de tal manera que las personas pudieran ingresar en un extremo y recibir tratamiento a través de colassocialmente distanciadas en espacios socialmente distanciados antes de salir por el otro extremo.

Luego tuvimos que organizar las llegadas de tal manera que nuestra área clínica nunca fuese ocupada por más de cien personas. Tod@s l@s asistentes tuvieron que ser revisad@s por temperatura, registrad@s, alimentad@s y tratad@s según fuera necesario antes del siguiente grupo. Nuestro equipo deproyecto tuvo más del doble del tamaño habitual. La tarea parecía insuperable.

Pero en Sipepa, después de que nos pusimos en marcha y acabamos de "abrir nuestras puertas", llegó el jefe del Ministerio de Salud de Harare quehabía bajado él mismo a inspeccionar. Observamos con la respiración contenida mientras miraba cuidadosamente las filas ordenadas de personas ados metros de distancia, el personal con EPP extendido, los técnicos de salud ambiental enmascarados y vestidos, y los guías Imvelo que manejaban lospuntos de entrada y desinfectaban los autobuses, miembros de la unidad de los Cobras bien enmascarados que supervisaban las colas y las tiendas decampaña en movimiento, charlas continuas de walkie-talkie organizando materiales y personas, médic@s educad@s y cuidados@s que entregabantratamientos médicos. Hizo preguntas, asintió y lentamente el ceño fruncido en su frente se enderezó. Después del almuerzo en la carpa comedor del@s médic@s, su palabra para nuestro proyecto y nuestros protocolos Covid fue "... excepcional". Teníamos luz verde para continuar, y lo que es másimportante, nuestro proyecto acababa de asegurar su futuro.

La noticia se extendió por nuestra ciudad de tiendas de campaña y literalmenteaplaudimos, lloramos y chocamos los cinco, cuidadosamente distanciados, por supuesto. Este nuevo plan móvil dependía en gran medida de un equipo dedicado de personal de apoyo que a menudo llegaba antes de la luz del día y trabajabahasta altas horas de la madrugada transportando y creando la nueva aldea de Smile and See. Cuando se completó el trabajo del día, los suministrosmédicos se inventariaron y almacenaron en contenedores designados para facilitar el movimiento y la configuración al día siguiente. L@s voluntari@slocales y el personal remunerado trabajaron con miembros de la propia unidad de Protección de la Vida Silvestre Comunitaria Cobras de Imvelo paraproporcionar mano de obra adecuada durante el montaje y el derribo.

Mientras el equipo de soporte preparaba el sitio, nuestros dentistas y optometristas se preparan temprano ansios@s por ver las historias que cada díatraerá. En la clínica de Sipepa, por ejemplo, estaba Matthew, que es ciego y debe confiar en extraños invisibles mientras lo guían a la posición para elexamen. Sus zapatillas rojas brillantes lo hacen fácil de identificar para los voluntarios mientras era escoltado de estación en estación. Ese mismo díaEdward, de 93 años y vestido con sus mejores galas, caminó dos kilómetros para abordar un problema dental durante el cual se le diagnosticó a su vezde cataratas. Estará conectado con un hospital donde su transporte, alojamiento y procedimiento quirúrgico serán financiados gentilmente por l@s benefactores de Smile and See. En la clínica Dhlamini, nuestro equipo fue abordado por una mujer preocupada por su nieto de dieciséis años.

Ella explicó que él tenía una infección y el equipo se movió en posición para eliminar un absceso que cursaba con infección y dolor, antes de recetarantibióticos. Aquellos con acceso conveniente a la atención médica regular probablemente no considerarían la extracción de doce piezas en un día,sin embargo, esto era necesario en el caso de una mujer que asistió aquel día.

Un punto culminante de la visita de cada paciente es una comida caliente servida a su familia. El restaurante Reason's no cierra hasta que el pacientefinal haya sido atendido. La logística detrás de escena es increíble y, en el verdadero sentido, el trabajo en equipo en su mejor momento. Tenemos que dar las gracias a tod@sl@s maravillos@s donantes y soci@s que nos ayudaron, incluso mucho antes de que pusiéramos nuestra primera carpa y nos pusiéramos a trabajar.Inmensa gratitud a Fundación Smile is a Foundation, Fundación D3, Miracle Missions, Fundación Meikles y a Camelthorn Foundation junto con much@sotr@s donantes increíbles. Sin estas sinergias, ninguno de los trabajos que salvan vidas sería posible.

Gracias a Suzanne Hixson y a Imvelo por algunos de los contenidos e imágenes.